martes, 16 de julio de 2013

La chica chicle

'Pop'... El sonido, honestamente, era imperceptible. Pero se podía intuir. 

'Pop'... Mascaba y el color se volvía más tenue conforme ese globo, que salía de su boca, engrosaba veloz y ridículamente hasta taparle por completo los labios y la parte inferior de su nariz. 

'Pop'.. rompía de nuevo.

'Pop'.... Si el silencio reinara en esta ciudad, habría adivinado un burbujeante sonido al adherirse en esa bomba rosada millones de partículas de humo de los buses que transitaban por la congestionada esquina en la que pasaba horas y comprobar que, antes que perderse en la atmósfera, las bacterias no buscaban más que poder saborear la boca de la dama.

'Pop'... El imaginario del sonido sordo me tenía hipnotizada llegando incluso a olvidarme de lo que ella ofrecía en su esquina. 

'Pop'... Advertí que no tenía nada de interesante, no era tan siquiera atractiva y nunca supe si sus ojos eran dignos de envidiar pues tenia la mirada cubierta por esa visera que tenía como flequillo. Solamente estaba ahí, acostumbrando a los transeúntes con su prematura presencia para, con suerte, alguien la extrañaran cuando se ausentara.

'Pop'... De esas chicas había 7 en cada cuadra del centro.  '¡Qué vida tan aburrida!' pensé. 

'Pop'... El semáforo se puso en verde. 'Más aburrida será la que cuenta la vida de otra aburrida', pienso ahora.


(Parte I)

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